martes


Soñé que estaba jugando en un baldío, que todavía tenía partes de una construcción medio demolida.  Solamente quedaban las paredes, y no había techo, parecía un estacionamiento para autos abandonado porque el piso era de cemento. Estaba con otros chicos y yo era niña o niño, no está claro. En el piso había unas grietas y los niños jugábamos a acercarnos a esas grietas de las que salía una luz intensa y mucho calor. Podíamos ver un resplandor que venía desde abajo y sentir de cerca con nuestras manitos el calor que era muy penetrante. Es eso llega un travesti, de piernas muy largas, vestido con un jean gastado, un buzo deportivo y el pelo atado en una colita. Se me acerca y me pregunta mirándome a los ojos: – ¿Querés conocer el fuego? Y me invita a bajar a ver de dónde salía el calor. Yo decido no bajar, porque elijo no saber sobre algunas cosas, mejor que pasen y ni enterarme. Entonces veo cómo se aleja hacia un costado y dando grandes pasos desciende la escalera.

3 comentarios:

Jònia Ionia Anatòlia dijo...

Y pork no se sabe si es niña o niño·.·?¿ Y k le pasó al travesti, se quemó?¿!!
Besoteees y cuidate!!!
Si te gusta leer novela juvenil, me encantaria que te pasaras por mi blog :D estoy escribiendo una jeje se llama "Apuesto por ti"

Syma dijo...

Suerte con tu novela!

cristian dijo...

Tú y tus sueños. Igual me puse nervioso cuando comencé a leer. Pensé encontrarme entre el relato y no (aclaro que no era el travesti :P)