sábado

La esponja

El cuerpo es frágil, en fotos parece de mármol o de carbón pero es frágil. Se rompe, se quiebra, pierde el rumbo. Hay algo adentro del cuerpo, algo como una esponja que retiene todo lo que le pasa. La esponja esta que te digo, que te nombro, es una esponja marina que absorbe por donde el cuerpo pasa y se llena. Se colma de su alrededor, colapsa y vierte. Tenés que apretarla un poco, forzarla para que se vacíe de tanto contenido circunstancial, de tanta mentira de paso, de esas veces que pensás que no tenés nada y no has llegado a ningún lado. Esas veces la esponja está llena de mentiras; no es verdad, yo se que no es verdad, aunque no tengo ninguna prueba. Entonces aprieto la esponja y se vacía, podría decir que sangra, pero ya no hablo de modo tan trágico, simplemente dejo que escurra. Y si, sale agua muy sucia, envenenada, podrida, con olor nauseabundo. Y espero que se limpie que esté seca, quieta, con nuevo sentido, esperando.

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